Al lío: parece que están de moda los lunares, yo por lo menos no me los quito de encima en todas las celebraciones... pero es que me encantan.
Como pasan en estos eventos, los niños son los protagonistas, y se merecen una mesa de merienda como Dios manda... llena de dulces (un día es un día)
En un día tan caluroso no podían faltar bebidas bien fresquitas y, como no, "vestidas" para la ocasión.
Y como colofón final, la mesa de dulces. Un detalle a destacar: los espectaculares los merengues. No solo eran preciosos, también estaban riquíííísimos. Son de Páramo (Labradores 21, Valladolid)
Y como recuerdo del bautizo dimos a los invitados una bolsita con... ¡lentejas! Sí, sí, lentejas de la tierra y de la casa.
¡Espero que os haya gustado!
La semana que viene más
2 comentarios:
OOH que bonito el bautizo que tuvieron las piniponas!!! A ver si me envía fotos la madrina para ver lo guapas y gorditas que están ya!
espectacular el bautizo, me he quedado sin palabras
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